Seguro que a muchos de vosotros os gusta leer, y algunos os gusta Paul Auster; y seguro que habéis leido Brooklyn Follies… Entonces sabéis de lo que hablo.
El Hotel Existencia es una casa en el campo, alejada de todo, donde se respira paz y una sensación de comienzo, de novedad, de retiro. Está en Maine, un estado fronterizo con Canadá. Este es mi Hotel Existencia.
Entramos por la preciosa puerta roja y…
Encontramos estancias decoradas en tonos pastel que jamás hubiera imaginado que combinaran tan bien, con la luz que entra a raudales, con las preciosas sillas Chippendale.
La cama delante de la ventana, la cómoda a modo de mesita, el verde por toda la vivienda… No os parece acogedor?
Visto aquí
¡Uy! Mmmm… no me convence mucho. ¡Así no nos peleamos!, jajajaja. Eso sí, como dueña de esta casaza, aprovechándome de tu falta de estrés y sosiego del karma, ¿me regalarías los cuadros de los loros del comedor? Andaaaaa… ¡cómo me gustan!
Claro! Los loros adjudicados! Buen día!