Nos vamos a una granja francesa, un asentamiento medieval de 9 edificios. Ahora es un alojamiento rural a dos horas de París, el sueño de una pareja holandesa, chef él, interiorista ella.
Esta granja está reformada y amueblada con piezas recuperadas que se pueden comprar. La decoración es sencilla, pero está llena de detalles que la hacen muy acogedora. ¡Vamos a verla!
¿Qué os parece? Me ha gustado mucho por su sencillez, por los detalles, siempre tan importantes, por el uso de tejidos sencillos y naturales, mobiliario recuperado, vajilla vintage.