Imaginaos que encontráis la casa de vuestros sueños, que tenéis todo el tiempo y los medios del mundo para restaurarla y decorarla. Imaginaos que os levantáis aquí una mañana de verano, de otoño, con los suelos que suenan al pisar, con los colores alegres en el interior y en el exterior. Con ese mobiliario como de cuento y con detalles sorprendentes. Imagináoslo.
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