Os he contado ya lo que me gustaría tener una casita en el campo. Algo no muy grande, pero con la posibilidad de disfrutar de la naturaleza que tanto se echa de menos en las grandes ciudades. Me encanta Madrid y todo lo que ofrece, pero acostumbrada a los montes, a los árboles, a salir a la naturaleza, se me hace a veces difícil tanto asfalto y tanto horizonte.
Hoy visitamos una casita en el campo a una hora de Londres. Me ha encantado por su estética de elementos reciclados y por su exterior, el porche y el jardín que se aprecian fantásticos para disfrutar. La casa pertenece a una pareja de jóvenes diseñadores con sus hijos de 2 y 3 años, ¡imaginad lo que pueden disfrutar los niños en unos espacios como estos!






¿Qué os ha parecido? Me encantaría poder disfrutar de una casa como esta… ¡Feliz semana!
Si queréis más información, leed el artículo en la revista Milk.