Todos los miércoles se escucha a una chica cantar ópera a través de las ventanas. Sólo se le oye a ella, no hay músico que le acompañe. Repite una y otra vez la misma canción con mucha sensibilidad, cada vez mejor. Es una suerte poder escucharla, me alegra la hora tonta del día, la del café después de comer.
A veces me pregunto cómo será la casa donde vive, donde se acomoda y empieza a cantar. Debe ser deformación profesional, me imagino las casas de las personas que voy conociendo. Hoy visitamos la vivienda de una cantante de ópera belga, en realidad veremos detalles de su casa. Está llena de libros, de fotos, de dibujos, todo con aire moderno y hasta cómico. Se llama Elise Caluwaerts y vive aquí y como mi cantante de los miércoles, le encanta abrir las ventanas para ensayar.








La entrevista completa la podéis leer aquí. ¡Feliz martes!
Debe de ser genial poder escucharla 🙂 un beso
Esther.-
Sí que lo es. Gracias por comentar!
Un beso
Yo tuve un vecino en mi zona que era pianista y era una maravilla escucharle cuando abría sus ventanas. Feliz día-
Qué bien, así da gusto, verdad?
Feliz día para ti también!