Vivir en pocos metros cuadrados, diseñar un espacio que valga para varios usos diferentes, tener tanta luz, poder beber en una preciosa jarra Stelton y que nos ilumine una lámpara de goma de Muuto. Jugar con una abejita wheely bug. Ducharse con grifos de oro e inventarse una nueva manera de colocar las baldosas de toda la vida. Todo eso se une como un precioso puzzle en esta vivienda australiana.





Visto en la preciosa web The Design Files.